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lunes, mayo 06, 2013

Sí, podemos


El 2 y 3 de mayo pasados, Barack Obama, el Presidente de los Estados Unidos, realizó una visita de apenas 22 horas a México. Por considerarlo de interés, "COMA" publica íntegro el discurso del presidente Obama ante más de 600 jóvenes reunidos en el Museo de Antropología.

 

Versión en español del discurso de Barack Obama del 3 de mayo en el Museo de Antropología

Les traigo saludos y amistad de parte de los estadounidenses, incluyendo los miles de millones de orgullosos mexicoamericanos que viven en mi país.

Esta es mi cuarta visita a México como presidente y la segunda a este museo, y cada vez que vengo, la cultura, la belleza de esta tierra y de su gente me inspiran. Han sido muy amables conmigo, le han dado la bienvenida a mi esposa Michelle aquí en el DF. Han acogido a mi hija Malia y a sus compañeros en Oaxaca. Como padre orgulloso debo aceptar que el español de Malia está mejorando, ayuda que ella es mucho más inteligente que yo. Es un honor volver a pisar la Ciudad de México, una de las grandes ciudades del mundo.

Es un placer estar entre amigos. Y tiene mucho sentido reunirnos en este gran museo, que celebra sus antiguas civilizaciones, su arquitectura, su arte, su medicina, su matemáticas. En tiempos modernos, la mezcla de tradiciones y culturas encontró su expresión en los murales de Rivera y las pinturas de Frida, en la poesía de Sor Juana y los ensayos de Octavio Paz. En una ocasión Paz pronunció palabras que capturan el espíritu de esta reunión, de este lugar que conmemora su pasado y que esta mañana está lleno de individuos que moldearán su futuro. Paz dijo: la modernidad no está fuera, sino dentro de nosotros. Es ahora y es también lo más antiguo; es mañana y el origen del mundo; tiene miles de años y a la vez, acaba de nacer.

Por ello que quise hablar con ustedes hoy. Ustedes viven en la intersección de la cual habla Octavio Paz. Los jóvenes de México respetan su herencia, pero también son parte de algo nuevo. Son parte de una nación en proceso de reconstrucción. Y mientras que el mundo moderno cambia alrededor de nosotros, es el espíritu de la juventud, su optimismo, idealismo y su voluntad por deshacerse de viejos hábitos, lo que guiará al mundo hacia delante.

Ustedes reconocen la diferencia entre lo que es el mundo y lo que podría ser; entre las viejas actitudes que sofocan el progreso y las nuevas, que nos permiten conectarnos y colaborar con otras culturas. Y por cierto, esto incluye cómo percibimos la relación entre Estados Unidos y México.

A pesar de todos los vínculos, valores y ciudadanos que compartimos, en ocasiones nuestras actitudes siguen inmersas en viejos estereotipos. Existen estadounidenses que sólo ven el México representado en primeras planas amarillistas, el México azotado por la violencia y los mojados. Y hay que ser realistas, existen todavía mexicanos que piensan que EU le falta el respeto a México o que intenta imponer sobre su soberanía, o que simplemente queremos levantar muros.

En ambos países, estas distorsiones crean malinterpretaciones que hacen difícil avanzar hacia delante. Hoy estoy aquí por que creo que es tiempo de dejar atrás esa mentalidad; es tiempo de reconocer nuevas realidades, incluyendo el impresionante progreso del México de hoy.

Muchos mexicanos han hecho enormes sacrificios por mantener la seguridad de la nación, y tanto en el campo y como en municipios cerca de esta capital, existen aquellos que aún luchan por regalarle a sus hijos una mejor vida.

Pero un nuevo México está emergiendo. Lo veo en la profundización de su democracia, en los ciudadanos que alzan la voz para denunciar la violencia y la impunidad como inaceptables; una prensa audaz que presiona a sus líderes a rendir cuentas; una sociedad civil robusta con defensores de derechos humanos que demandan dignidad y estado de derecho; partidos políticos en activa competencia pero que también han logrado una transferencia de poderes pacífica y hoy buscan forjar nuevos compromisos. Todo ello es señal del extraordinario progreso que se está gestando en este país.

Sabemos que el trabajo de perfeccionar la democracia nunca acaba; eso es tan verdadero en EU como lo es aquí. México se mueve hacia delante como alguna vez lo dijo Benito Juárez: la democracia es el destino de la humanidad. Eso es lo que estamos viendo aquí en México.

Estamos frente a un México de nueva prosperidad, con nuevos acuerdos comerciales internacionales, convirtiéndose en un líder de manufactura desde Tijuana hasta Monterrey, hasta Guadalajara y a través de las mesetas centrales. Un líder global en automóviles, aparatos y electrónica; pero también un centro de innovación en alta tecnología, un productor de hardware y software para la era digital.

Un hombre en Querétaro mencionó una verdad: no hay razón para tener que salir del país en busca de una mejor vida, aquí mismo hay buenas oportunidades. Ustedes son un ejemplo de esto.
Veo un México que ha sacado a millones de personas en situación de pobreza. Los sacrificios que hicieron sus padres y abuelos, han llevado a que cada vez haya más clase media en el país, con la calidad de vida que ellos siempre soñaron. Esto incluye, por cierto, oportunidades para las mujeres, que cada vez más demuestran que de tener la oportunidad, pueden moldear nuestro destino igual o mejor que un hombre.

Veo en la juventud mexicana una generación empoderada por el poder de la tecnología. Creo que algunos de ustedes están tuiteando ahorita lo que está pasando. Y ya sea utilizar a las redes sociales para preservar una lengua indígena o alzando su voz para moldear el futuro que ustedes buscan, se están haciendo escuchar.

Y todo este progreso dinámico que está ocurriendo aquí está posicionando al país alrededor del mundo, en el escenario mundial. México está exigiendo democracia no sólo dentro del territorio nacional sino a través del planeta y compartiendo sus experiencias a través del continente americano, al compartir conocimiento sobre cómo enfrentar terremotos o amenazas a sus ciudadanos, o ir a las urnas para emitir su voto. México siempre está ahí, dispuesto a ayudar a sus vecinos.

También se ha unido a las filas de las grandes economías del planeta y fue el primer país latinoamericano en albergar una reunión del G20. Y de esta misma forma, también se han transformado los lazos entre nuestros dos países. Como presidente, me dejo guiar por una propuesta básica: que en esta relación no existe un socio mayoritario y uno minoritario. Somos iguales, dos naciones soberanas y debemos trabajar juntos, con respeto mutuo. Sólo así ambos países serán prósperos.

Como lo hice antes con el presidente Calderón, hoy reafirmo con el presidente Peña Nieto que la colaboración entre nuestros países no sólo continuará sino que se fortalecerá y se expandirá. Reconozco el compromiso que Peña Nieto tiene con México y con el futuro del país y ambos compartimos la creencia que como líderes, nuestra principal misión es mejorar la vida de nuestros ciudadanos. Por ello, hemos acordado que la relación entre nuestras naciones debe definirse no por las amenazas a las que nos enfrentamos, sino por la prosperidad y las oportunidades que podamos crear juntos.

Ahora, como socios iguales, ambos debemos reconocer nuestras responsabilidades mutuas. Este país se ha embarcado en una ambiciosa agenda de reforma, que haga a su economía más competitiva y a sus instituciones más transparentes y Estados Unidos los respalda en la búsqueda de estos cambios. Nosotros creemos, y yo creo, que todo el mundo merece lo mejor de su gobierno. Ya sea en la recepción de algún servicio básico o en la creación de una nueva empresa, cualquiera debe poderlo lograr sin tener que recurrir a dar una mordida.

Todas las oportunidades para su futuro las deberían tener aquí, en los límites de sus fronteras, en el país al que aman. En EU, reconocemos nuestras responsabilidades. Entendemos que muchas de las raíces de la violencia que ha azotado al país proviene de nuestra demanda de drogas ilegales. Necesitamos continuar trabajando en ese frente. Me han preguntado y no creo que legalizar las drogas sea la respuesta. Sin embargo, creo que un acercamiento comprensivo e integral, de aplicación de la ley, educación, prevención y tratamiento es lo que tenemos que hacer y lo que seguiremos haciendo, pues de eso depende el futuro de nuestros hijos.

También reconocemos que la mayor parte de las armas utilizadas para crear violencia aquí en México vienen de nuestro país. Ustedes saben que nuestra constitución garantiza nuestro derecho individual a portar armas, algo que como presidente, juré defender y apoyar. Pero como lo he dicho también en mi país, continuaré haciendo todo dentro de mi poder para aprobar reformas de sentido común, que mantengan nuestras armas fuera de las manos de criminales; una reforma que permita salvar vidas tanto en México como en EU. Es lo correcto.

Nosotros continuaremos presionando a traficantes que traen armas ilegales a México y seguiremos encarcelando a criminales. Tenemos mucho trabajo por delante en materia de seguridad, y reconocemos nuestra responsabilidad, como una nación con la creencia que todos los hombres son creados de igual forma.

Creemos en nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros con dignidad y respeto y esto incluye reconocer cómo migrantes mexicanos y estadounidenses de ascendencia mexicana han fortalecido y contribuido enormemente a nuestro país.

Los mexicoamericanos enriquecen a nuestras comunidad, incluyendo a mi ciudad de origen, Chicago, donde puedes caminar por colonias como Pilson y la Villita, decoradas por murales de patriotas mexicanos, visitar una fonda, escuchar a los mariachis, encontrar a aquellos que se inspiran en la fe de la virgen de Guadalupe.

Estamos agradecidos con mexicoamericanos de cada sector de nuestra sociedad por enseñarle a nuestros hijos, dirigir nuestras empresas, formar parte de nuestras fuerzas armadas, hacer descubrimientos científicos y también por alzar la voz a favor de la justicia social. El Dr. Martin Luther King le dijo alguna vez a César Chávez: somos hermanos en la pelea por la igualdad. Es un hecho que sin el apoyo de los latinos y los mexicoamericanos, hoy no estaría platicando con ustedes como presidente de los Estados Unidos. Esa es la verdad.

Dado que ésa es la herencia de nuestro país y que compartimos tanto población como frontera, es crítico que los Estados Unidos reconozca la necesidad de reformar su sistema migratorio. Somos una nación de leyes y de inmigrantes. Como cualquier país, tenemos la obligación de asegurar que la ley se cumpla, pero como país de inmigrantes también sabemos que el actual sistema no refleja nuestros valores. Separa a las familias cuando las debería juntar; lleva a miles de personas a vivir en la sombra y nos priva de los talentos de miles de jóvenes, aún cuando sabemos que los migrantes siempre han sido el motor de nuestra economía.

Es por ello que actué para levantar la sombra de la deportación para los que llamamos los “dreamers”, jóvenes que fueron traídos a los EU como niños. Y es por ello que estoy exhortando al Congreso a aprobar una reforma migratoria de sentido común este año. Estoy convencido que lo podremos lograr. Una reforma que continúe reforzando la seguridad fronteriza pero también la migración legal, para que los ciudadanos no tengan que esperar durante años para traer a sus familias a los EU; una reforma que haga que todos tengan que rendir cuentas, que imposibilite que los migrantes continúen siendo explotados y abusados; una reforma que provea a miles de millones con un camino para ganarse su ciudadanía. Hoy soy optimista que tras años de intentarlo, lo vamos a lograr este año.

Obviamente vamos a tener que trabajar con el gobierno mexicano para asegurarnos de tener una frontera debidamente regulada. Pero también queremos trabajar con el gobierno mexicano por que creemos que la solución a largo plazo para el desafío de la migración ilegal es un México próspero y creciente, uno que cree nuevas y mejores oportunidades para los jóvenes, aquí en México.
Concuerdo con el estudiante que dice: creo que puedo alcanzar el mismo nivel que cualquier persona en el mundo. Eso es completamente cierto. Tengo la firme creencia que juntos podemos lograr más.

Así que para finalizar mi tiempo aquí, quiero enfocarnos en 5 áreas donde podemos lograr más.
  1. Hagamos más por expandir la industria y el comercio que creen nuevos y buenos empleos para nuestros ciudadanos. Nosotros ya compramos más de sus exportaciones que cualquier otro país del mundo. Vendemos más exportaciones a México que a Brasil, Rusia, India y China combinados. Cada día más compañías mexicanas invierten en EU y somos el inversionista extranjero más grande en México por que creemos en él y queremos compartir su éxito. Guiados por el nuevo diálogo económico que el presidente Peña y yo anunciamos ayer, hagamos más por liberar el potencial de nuestra relación. Sigamos invirtiendo en nuestras carreteras, puentes y cruces para poder comerciar más rápido y más barato. Ayudemos a nuestras pequeñas empresas, que emplean a la mayoría de nuestros trabajadores, acceder a nuevos mercados-los grandes mercados al otro lado de la frontera. Capacitemos a nuestros jóvenes emprendedores, en la creación de nuevas empresas que pueden transformar la forma en la que vivimos. Realicemos por fin la Asociación Trans-Pacífica, para que nuestras dos naciones puedan competir y ganar en los mercados de rápido crecimiento de la región del Pacífico Asiático..
  2. No nos limitemos solamente a vendernos más cosas, construyamos más cosas juntos. Muchas de nuestras empresas operan en ambos países, y se envían piezas de un lado a otro de la frontera. Cada día trabajadores de Estados Unidos y México están construyendo cosas juntos – ya sean coches, aviones, computadoras, satélites. Esto es sólo el comienzo. Teniendo en cuenta las habilidades de nuestros trabajadores, tiene mucho sentido que las empresas de todo el mundo se instalen en nuestros territorios. Conforme México se reforme, seremos capaces de hacer más negocios juntos. Y lo más que nuestras empresas colaboren, lo más competitivas van a ser tanto ellos como los productos que venderemos al mundo.
  3. Conforme aseguremos nuestro futuro económico, aseguremos también nuestro futuro energético, lo cual incluye la energía limpia que necesitamos para combatir el cambio climático. Nuestras naciones han sido bendecidas con infinita belleza, desde nuestras costas y tierras de cultivo hasta sus bosques tropicales. El cambio climático es algo real, la ciencia es innegable y también lo es el hecho de que nuestras economías deben ser más sustentables. En los Estados Unidos, hemos impulsado compromisos históricos con respecto a energía limpia y renovable, y hemos reducido nuestras emisiones de carbono. Ustedes también son líderes en la reducción de emisiones de carbono y en ayudar a los países en desarrollo a hacer lo mismo. Juntos, continuemos creando asociaciones de energía limpia mediante el aprovechamiento de energías renovables como el viento y la energía solar. Y también aprovechemos los empleos que vienen con ellos. Sigamos invirtiendo en edificios verdes y en tecnologías de redes inteligentes, en limpiar nuestro planeta y hacerlo más seguro para las generaciones futuras.
  4. Esto entra en el tema de competitividad, también hagamos más por la educación, ayudemos a que nuestros jóvenes tengan los conocimientos y habilidades para ser exitosos. México ha hecho importantes avances, ayudando a que los niños permanezcan en la escuela durante más tiempo y batiendo récords en el número de estudiantes con educación universitaria.
Imagínense lo mucho que los estudiantes de ambos países podrían hacer juntos y aprender los unos de los otros. Es por eso que el presidente Peña Nieto y yo hemos anunciado un nuevo acuerdo de educación superior, para fomentar una mayor colaboración entre nuestras universidades y nuestros estudiantes. Vamos a enfocarnos en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, como parte de mi iniciativa 100 mil fuertes en las Américas. Queremos que 100 mil estudiantes estadounidenses estudien en Latinoamérica y México. Y queremos que 100 mil latinoamericanos, incluyendo a mexicanos estudien en los Estados Unidos.

5. Finalmente, para ayudar a energizar sus carreras y detonar las industrias del futuro, hay que invertir en innovación, investigación y desarrollo. Aquí en México, ustedes son ahora los líderes globales, los técnicos e ingenieros que se van a graduar. Uno de los grandes científicos, Rafael Navarro González, ayuda a analizar información que viene del Curiosity en Marte.
Juntos, recordemos que cada dólar y cada peso que invirtamos en investigación y desarrollo, regresa mucho a nuestras economías- más trabajos, más oportunidades. Así que forjemos nuevas sociedades en otras áreas, como la aeroespacial, tecnología, nanotecnología, biotecnología, y robótica. Respondamos a la esperanza de una joven estudiante del IPN, que habló por muchos en su generación cuando dijo: “Denos trabajo como creadores.”

México, sé que también hay, en este país y en otros, quienes son escépticos de su progreso; quienes dudan de su capacidad para aprovechar lo mejor de este momento. Ellos dicen que México ya ha estado aquí, con los ojos fijos en un brillante horizonte, al borde de grandes posibilidades, que no ha sabido aprovechar.

Es cierto que nada es inevitable. El progreso y el éxito nunca se podrán garantizar. El futuro del México que te imaginas debe ganarse. Y nadie más puede hacerlo por ustedes. Sólo ustedes pueden ganárselo. Ustedes son el futuro. Como Nervo dijo en “La Raza de Bronce”, tú eres el sueño.
Así como los patriotas, jóvenes y viejos que acudieron al llamado cuando el cura Miguel Hidalgo sonó la campana hace dos siglos, ustedes, sus vidas, en un México libre, son el sueño que ellos imaginaron. Y ahora les toca a ustedes mantener vivas estas virtudes por las cuales muchas generaciones de mexicanos lucharon.

Ustedes son el sueño- la generación que puede reclamar justicia y derechos humanos, dignidad humana, aquí en casa y alrededor del mundo.
Ustedes son los creadores, los constructores, los escaladores, quienes pueden traer progreso y prosperidad que pueden levantar a las generaciones de mexicanos que están por venir.
Ustedes son los hombres y mujeres que empujarán a esta nación mientras México asume su lugar en el mundo, mientras ustedes orgullosamente cantan: “En el cielo tu eterno destino, por el dedo de Dios escribió”.

Ustedes son el sueño. Este es su momento. Y mientras ustedes alcanzan su futuro, saben que es posible, y siempre recuerden que su más grande socio,- la nación que impulsa su éxito más que cualquiera, es su amigo más cercano y su más fuerte amigo, Estados Unidos de América.
Viva México. Viva Estados Unidos. Que Dios los bendiga.

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